En las últimas décadas el número de personas que practican yoga ha aumentado exponencialmente, sobre todo en Occidente. Y es que ya existen múltiples evidencias científicas que señalan los efectos positivos del yoga:
El yoga alivia el dolor crónico, ayuda a las personas que sufren de problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés postraumático y esquizofrenia.
El yoga mejora el bienestar psicológico de personas sanas, incrementando la satisfacción con la vida y la autoestima, y reduciendo el estrés y la ansiedad.